Thursday, October 13, 2005

Planificación Familiar

Frecuentemente se menciona la falta de educación como una de las causas de la pobreza y del delito. Sin embargo, poco se ha analizado el efecto de la poca planificación familiar en los estratos sociales de menor ingreso. Dentro de la clase media y alta el número de hijos por familia ha decrecido mientras que en la clase baja este número continúa siendo superior. Es importante recalcar que las familias de bajo ingreso generalmente tienen muchos hijos no por preferencia sino por falta de educación. Veamos como estas tendencias están afectando al país.
Los escasos recursos de una familia pobre usualmente deben ser repartidos entre muchos hijos lo que conlleva a una mayor probabilidad de desnutrición y otros problemas de salud. Otra consecuencia de esta tendencia demográfica es que los pocos recursos del gobierno para educación y salud deben ser repartidos entre mas niños, lo que convierte a una población ya de por si vulnerable en un grupo aun más desprotegido. Por otro lado, una persona pobre y poco educada es mucho más propensa a cometer delitos que una persona de mayor ingreso y con educación. Pocos discreparán con que la salud y la educación de nuestros niños mejorarán si los escasos recursos familiares y estatales tienen que ser destinados a un menor número de personas.
El tema es controversial por el componente moral y religioso que implican los métodos anticonceptivos, sin embargo quisiera analizar la planificación familiar desde un ángulo económico. Las soluciones van desde un plan educativo a largo plazo sobre planificación familiar enfocado a los estratos más vulnerables, hasta la radical legalización del aborto. Si bien es cierto el aborto es controversial y la mayoría lo considera un crimen, su legalización ha probado ser efectiva en países más liberales. En Estados Unidos, la legalización del aborto a finales de los 70 logró eliminar la violenta escalada del crimen de los 80 y 90, la cual expertos predecían dejaría a las principales ciudades sumidas en el caos durante el nuevo milenio. Dado el carácter controversial del aborto en Ecuador, el plan educativo se perfila como más oportuno. Si bien este plan puede tener altos costos monetarios, el beneficio futuro que recibirá el Ecuador a través de menos pobreza, mejores niveles de salud y educación, y una menor tasa delictiva, serán altamente superiores.
Muchos argumentarán que existen suficientes recursos en el mundo para alimentar a todos y que el problema radica en la mala distribución de los recursos. Este es un argumento válido pero carece de pragmatismo. En su gran mayoría las empresas y las naciones más ricas del mundo trabajan para su propio interés. Por lo tanto, modificar la estructura de incentivos para que los ricos distribuyan parte de sus recursos a los más necesitados sería algo prácticamente inalcanzable. Un gobierno pragmático y con visión de largo plazo debe ejecutar una política de planificación familiar adecuada y efectiva para alcanzar un balanceado crecimiento demográfico que favorezca al desarrollo del Ecuador.

Saturday, June 11, 2005

Incentivos e Información Contra la Corrupción

La naturaleza del ser humano es buscar lo que le satisface. En ciertas ocasiones la satisfacción se deriva de recibir dinero, en otras de consumir lo preferido, y a veces de ayudar a las personas menos favorecidas. La sociedad, sin embargo, se ve afectada con ciertas decisiones como el consumo de cigarrillo o la corrupción. Afortunadamente, existen incentivos para reducir estas actividades.
El incentivo financiero o económico es el más obvio. Incrementar los impuestos a los cigarrillos o mejorar el sueldo del vigilante de tránsito pueden provocar el efecto deseado. Sin embargo, existen dos tipos de incentivos que pueden ser igual o más efectivos que el económico. Steven Levitt, ganador de la medalla John Bates Clark otorgada al economista mas prominente menor de 40 años (varios ganadores de esta medalla han sido otorgados el premio Nobel), y Stephen Dubner así lo aseveran en el libro mas popular de la temporada en Estados Unidos, titulado “Freakonomics”. En Estados Unidos, el menor consumo de cigarrillos no solo se debe a mayores impuestos sino también a regulaciones que prohíben el fumar en sitios cerrados, creando un sentimiento de marginación social para los fumadores. A este incentivo social se suma un incentivo moral derivado de una campaña publicitaria en la que se advertía a la población que muchas actividades terroristas eran financiadas con la venta de algunos cigarrillos.
Ciertamente, muchos de los temas analizados en este libro se ajustan a una realidad distinta a la ecuatoriana. Sin embargo, los principios que se proponen son universales. Quisiera aprovechar de la genialidad de Levitt para proponer una solución al problema social que, sin temor a equivocarme, es el más grave que afronta nuestro país: la corrupción. Claramente mejorar los incentivos financieros para disminuir la corrupción es de difícil implementación dada la precaria situación económica del país. Por otro lado, gran parte de los incentivos morales se lograrán a través de un cambio cultural que genere una conciencia colectiva en la que robar (aunque sea una mínima cantidad) o no respetar la fila, por ejemplo, sean actos reprochables. Sin embargo, aun si existiese la voluntad política de orientar la educación en este sentido, este cambio requeriría varias generaciones.
Quedamos entonces con el incentivo social. Levitt presenta el ejemplo de páginas Web o reportajes televisivos en los que se publican las fotos de personas arrestadas por solicitar servicios de prostitución. La vergüenza de aparecer públicamente como un criminal puede por si sola reducir este tipo de actividad. Crear una iniciativa en el que personas encubiertas pongan a la luz pública los nombres y fotos de servidores públicos que aceptan coimas y de ciudadanos civiles que las ofrecen puede tener el efecto deseado.
Lo interesante es que esta iniciativa seria menos costosa e implementada rápidamente. Adicionalmente, se podría combatir la corrupción a alto nivel. El ejemplo más claro es el caso de China en donde el Internet, a pesar de limitaciones para acceder a él, se ha convertido en el arma más importante para combatir la corrupción. En más de una ocasión, evidencia escrita o gráfica enviada por ciudadanos comunes a activistas que operan populares páginas de Internet ha desencadenado el repudio público y consecuente apresamiento de funcionarios al más alto nivel. Otro ejemplo, más cercano a nuestra realidad, fueron los famosos “Vladivideos” que pusieron al descubierto la red de corrupción del gobierno de Fujimori y desencadenaron su caída. En Ecuador, por el contrario, a pesar de que existe una Comisión Anticorrupción, el tipo de información no permite que se genere la conciencia social que una foto en Internet o un video en televisión producen. La información tiene un extraordinario poder; muchos ecuatorianos están en posición de generarla y cambiar el rumbo de nuestro querido país.